Leyendo el artículo de Innovación educativa a los postres me doy cuenta de que soy un gran repostero. Pongo aderezos, endulzo el final de la comida, pero el primero y el segundo sigue siendo más de lo mismo.
A las intuiciones sobre la metodología y la necesidad de aumentar la motivación del alumnado, le he encontrado un fundamento de base científica, más allá de lo social y psicológico, una base biológica. Leyendo el libro de Neuroeducación se me confirman intuiciones y me queda clara la necesidad de cambiar, de reenfocar y de comprender el proceso del aprendizaje.
Anotaciones y reflexiones sobre el proceso de enseñanza aprendizaje. En busca del aprendizaje significativo y del desarrollo de las inteligencias para ser competentes. Vaya lío.
jueves, 7 de mayo de 2015
Estoy hecho un repostero
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